jueves, 27 de mayo de 2010

ACTIVIDADES CULTURALES DE JUNIO

Miércoles 2 DE JUNIO

En el marco del Ciclo de Grandes Pensadores Nacionales, que ya lleva tres años de duración, se desarrollará en la sede del Instituto Nacional de Investigaciones Históricas “Juan Manuel de Rosas” (Montevideo 641, Ciudad de Buenos Aires), a las 19 horas, una conferencia sobre el eximio sanitarista y médico RAMON CARRILLO.

La entrada es libre y gratuita.

Expone: Lic. Beatriz Báthory, presidente del FOSET (Foro de Salud, Educación y Trabajo) de la UATRE (Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores).

Organiza: Agrupación Universitaria “Juan Perón” y Organización Resistencia Peronista (ORP).



Miércoles 9 DE JUNIO

En el marco del Ciclo de Grandes Pensadores Nacionales, se desarrollará en la sede del Instituto Nacional de Investigaciones Históricas “Juan Manuel de Rosas” (Montevideo 641, Ciudad de Buenos Aires), a las 19 horas, una conferencia sobre el dirigente y economista MARIANO FRAGUEIRO.

La entrada es libre y gratuita.

Expone: Lic. Jorge Tudesca, ex viceministro de Economía de Eduardo Alberto Duhalde e integrante de la Agrupación “Rumbo Justicialista”.

Organiza: Agrupación Universitaria “Juan Perón” y Organización Resistencia Peronista (ORP).





Secretaría de Prensa y Difusión
ORGANIZACION RESISTENCIA PERONISTA

1810 -25 DE MAYO- 2010



Camaradas, compañeros, adherentes, amigos:

Saludamos los 200 años de nuestra Patria con el mismo fervor que demostraron los hombres que se reunieron en Mayo de 1810 para sentar las bases del primer gobierno criollo. Puede que, por ser nosotros inquietos estudiosos de la historia argentina, hayamos descubierto que en dicha gesta hubo episodios borrosos o poco digeribles. Esto si bien resulta natural en cualquier acontecimiento histórico, no nos debe poner laxos para aceptarlo tal cual se nos presenta. Pero aún evidenciando groserías, Mayo de 1810 debe ser respetado por cuanto sirve para unir, al menos por unos instantes, a un pueblo dividido y lesionado en sus valores culturales y tradicionales.

Por lo pronto, nosotros ponemos en dos dimensiones bien diferenciadas al 25 de mayo de 1810: una, que consiste en posar nuestra atención en lo que fue la Semana de Mayo bajo la rigidez y frialdad de los documentos. Allí se vislumbran las grandezas y miserias de los protagonistas de la jornada, en lo que constituye una tarea eminentemente revisora y objetiva. La segunda dimensión, equivale a la de sumarse a la algarabía demostrada por el pueblo en las calles y lugares públicos. En este plano, no interesan los matices que puedan existir, solamente se trata de festejar los 200 años de vida.

Por todo ello, vaya el recuerdo por lo que fue la Revolución de Mayo de 1810, y vaya el saludo para todos nosotros, los argentinos, que, en medio de dificultades y sinsabores, hemos alcanzado gracias a Dios dos siglos de existencia espiritual, humana y material.


Secretaría de Prensa y Difusión
AGRUPACION UNIVERSITARIA "JUAN PERON"

lunes, 17 de mayo de 2010

LA UBA EN TIEMPOS DE LA SANTA FEDERACION: EJEMPLO ARGENTINO - PARTE I


La versión desfigurada de la historia que los argentinos hemos recibido por parte de los masones, unitarios y liberales, acostumbra a colocar la etapa federal de Juan Manuel de Rosas como una de las peores que hemos vivido. Allí -nos dicen- abundaron los bárbaros, los atrasados, la incultura, la tiranía, la vileza y el crimen indiscriminado.

A pesar de que tanta mentira nos sigue llegando respecto a estos temas hoy en día, nos vemos en la necesidad de citar al desarraigado Domingo Faustino Sarmiento, quien dijo de la educación en la etapa rosista luego de la batalla de Caseros:
“A pesar de las difíciles circunstancias en que el país se hallaba envuelto, parecía que nada influyera en la educación de la juventud que cada día se mostraba más afanosa por corresponder a los cuidados que se le prodigaban”. El “Padre del Aula” de los liberales autóctonos, no pudo negar jamás que las instituciones educativas funcionaron notablemente en la época federal de Rosas, aún en tiempos de guerras, asedios, intervenciones imperiales e intrigas unitarias.

Sin embargo, la maledicencia enfermiza de los vencedores de Caseros se preocupó por demostrarle a las futuras generaciones de compatriotas que el de Rosas fue un gobierno inculto que aborreció de todo vestigio educacional. Un ejemplo que mantuvieron durante muchos años, y que luego fue defenestrado por la escuela del revisionismo histórico, proviene de la época en que Manuel Belgrano dirigía, con resultado dispar, el Ejército Auxiliar del Alto Perú, por 1813/1814. Tras vencer en la batalla de Salta (20 de febrero de 1813), Belgrano fue distinguido por la Asamblea General Constituyente con un decreto por el cual se le otorgaban 40.000 pesos fuertes de la época. Dicha suma de dinero, según el propio Belgrano, tenía que destinarse para la construcción de 4 escuelas en diversas provincias argentinas. ¿Qué comparación hicieron los liberales entre Belgrano y Rosas? Obviando documentos fundamentales de este episodio, las plumas “ilustradas” dijeron que Manuel Belgrano destinaba dineros propios para mandar construir escuelas, algo que jamás mandó hacer Rosas mientras estuvo como Gobernador de la provincia de Buenos Aires, porque éste prefirió “hacer guerras” en vez de erigir colegios o instituciones educativas.

Fue el revisionista Marcos Rivas quien desnudó esta falacia cuando, en su obra “Sarmiento. Mito y Realidad”, expuso que para junio de 1814, Manuel Belgrano manda decir en oficio al gobierno de Buenos Aires que, en vez de mandar construir las 4 escuelas prometidas con el dinero que le dieron por decreto, ceda los 40.000 pesos fuertes para gastos militares. Es decir que, si adoptásemos la postura de los escribas liberales, tanto Rosas como Belgrano obviaron la educación porque no le “pasaron” fondos, y, en cambio, prefirieron “hacer” la guerra. Obviamente, para cuando Rivas descubre el decreto del 18 de junio de 1814 por el cual Belgrano da otro destino a la suma de dinero que le habían otorgado, los calumniadores de Rosas en su mayoría ya habían fallecido, dejando esta atrofia a generaciones enteras de argentinos.


LA U.B.A. FEDERAL

Ni siquiera Sarmiento pudo ser el tan mentado “Padre del Aula” o “Maestro de América” que le endilgaron los himnos y los homenajes chantajistas que le hicieron sus panegiristas. En su etapa como gobernador de San Juan (1862-1864), no fundó ninguna escuela, y en el Senado Nacional (sesiones del 27 de julio y 19 de septiembre de 1878), dijo sobre los estudiantes universitarios:

“Si algo habría que hacer por el interés público sería tratar de contener el desarrollo de las universidades (…) En las ciudades argentinas, se han acumulado jóvenes que salen de las universidades y se han visto en todas las perturbaciones electorales (…) Son jóvenes que necesitan coaligarse en algo porque se han inutilizado para el comercio y la industria. La apelación de ‘Doctor’ contribuye a pervertirles el juicio (…) La educación universitaria no interesa a la nación ni interesa a la comunidad del país”.

La UBA (Universidad de Buenos Aires) en el régimen rosista fue sencillamente espléndida, aunque ocultada siniestramente porque fue ejemplo para buena parte de las naciones de Hispanoamérica del momento. Nos dice Raúl Rivanera Carlés en “Rosas” (Editorial Liding, Noviembre de 1979):

“El rectorado de la Universidad [de Buenos Aires] fue desempeñado por tres distinguidos sacerdotes durante el régimen del Restaurador, a saber: Miguel García, Paulino Gari y Santiago Figueredo”.

Veamos cuán despótico fue Rosas con los salvajes unitarios, a quienes “maltrató” y no les dio la oportunidad para que estudien por “tirano”:

“De los numerosos egresados –sigue Rivanera Carlés- mencionaremos algunas de las figuras que pertenecieron luego al unitarismo: Emilio AGRELO (fiscal en la causa contra don Juan Manuel, legislador, etc.), Marco M. DE AVELLANEDA, Vicente Fidel LOPEZ, Eduardo COSTA (ministro de Mitre, Pellegrini y Sáenz Peña), José Benjamín GOROSTIAGA (ministro de Vicente López y Planes, de Urquiza y de Sarmiento), Nicanor MOLINAS (ministro de Derqui), Miguel NAVARRO VIOLA, Marcos PAZ (gobernador de la provincia de Tucumán y vicepresidente), Pastor OBLIGADO (gobernador bonaerense tras la caída de Rosas), Vicente G. QUESADA, Juan F. SEGUI (ministro de relaciones exteriores del “libertador” Urquiza), Carlos CALVO, Juan Bautista ALBERDI, Félix FRIAS, Juan María GUTIERREZ, Buenaventura BOSCH, Luis SAENZ PEÑA, etc.”.

Hay un dato por demás interesante. El salvaje unitario Juan María Gutiérrez se recibió de Doctor en Jurisprudencia el 5 de junio de 1834, habiendo comenzado a estudiar en la UBA en tiempos de la primera gobernación de Juan Manuel de Rosas. Terminó de cursar sin haber abonado arancel alguno en razón de “su notoria falta de fortuna”, según documentos que oportunamente fueron encontrados por el revisionista Dardo Corvalán Mendilaharsu. Todos sabemos quién fue, años más tarde, Gutiérrez: un traidor que le hizo la guerra a Rosas desde Montevideo, escribiendo panfletos unitarios con el fin de pedir la intervención de las fuerzas francesas en el Río de la Plata.

Observemos el siguiente dato suministrado por “Rosas y Su Iconografía” de Fermín Chávez (Tomo II, Editorial Oriente, Agosto de 1970):
“Si de la Facultad de Jurisprudencia [de la UBA] pasamos a la de Medicina, nos sorprenderán, sin duda, las cifras sobre médicos y cirujanos, tocólogos y farmacéuticos, egresados en la época de Rosas y, en especial, después del zarandeado decreto de principios de 1836, período en que no se recibían sino quienes fueran conocidos federales.

“El más serio estudioso del tema, el doctor Andrés Ivern, ha hecho una estimación cuantitativa y una valoración cualitativa profesional de quienes se doctoraron entre 1830 y 1852 en las aulas de la Universidad de Buenos Aires. En ese período, de 22 años, se graduaron 223 profesionales, mientras que en los 22 años siguientes, entre 1853 y 1875, los graduados en Medicina alcanzaron a 140. En ambos períodos se incluyen los extranjeros que revalidaron su título en Buenos Aires”.


O sea, en la etapa “bárbara” y “atrasada” de la Santa Federación, hubo más profesionales que en la de los “iluminados” y “civilizados” que le siguieron… Hasta aquí, la primera parte de este informe.


Secretaría de Prensa y Difusión
AGRUPACION UNIVERSITARIA "JUAN PERON"

LA EDUCACION UNIVERSITARIA LUEGO DE 1955


Poco se ha hablado acerca de la lamentable trayectoria de la educación universitaria argentina desde la consumación del golpe de Estado liberal de septiembre de 1955 al presente.

Las crónicas casi siempre generalizaron el análisis; se nos dijo –y así lo han escrito- que la estrategia de los “libertadores” fue subvertir las casas de altos estudios entregándoselas a profesores y decanos con clara ideología marxista, para modificar las pautas educativas con elaboraciones y fórmulas internacionalistas que poco o nada tenían y tienen que ver con la idiosincrasia nacional del pueblo. Si bien esto es cierto, al cabo de tantos años, poco se sabe de esos profesores y decanos con ideología comunista que fueron colocados por militares de ideología liberal. ¿Cómo se llamaban? ¿Quiénes eran? ¿Qué trayectoria política tenían antes de asaltar las universidades públicas?

Las respuestas a estos interrogantes se manifiestan, casi siempre, con silencios que erizan la piel. Así, de este modo patético, los traidores de la educación nacional han pasado a la historia cubiertos por las sombras hediondas de la desmemoria, del olvido, que, por otro lado, los han salvado del escarnio. Ahondando esta problemática estructural, la frágil memoria colectiva es la que también permite el escondite salvador de los que vilipendiaron al pueblo argentino. No se sabe los nombres de los que destrozaron la educación universitaria del país desde 1955.

Hacia 1957, Juan Perón escribe “Los Vendepatria”, obra cuyo contenido aún no fue divulgado de manera profunda y total. En los primeros años de su extenso exilio, Perón fue literal y prácticamente silenciado, y con ello también sus libros, de allí que aún hoy, pleno siglo XXI, haya datos riquísimos en esas primeras obras suyas que pasaron desapercibidos para el común de la gente.

En “Los Vendepatria” aparecen, casi con seguridad, las primeras denuncias hechas contra la pauperización de la educación en las facultades nacionales, infiltradas gracias al ilegal golpe de Estado de 1955. En una edición de 1983 de dicha obra, página 150, el teniente general Perón manifestaba lo siguiente:


“En la Argentina, como en casi todas las partes, los comunistas revolucionarios, que formaron en el elenco de la actual dictadura militar, se interesaron especialmente por las universidades y los sindicatos obreros, entidades que coparon mediante las colaterales comunistas organizadas tanto en las Universidades (Federación Universitaria de Buenos Aires, FUBA), como en las organizaciones gremiales de los trabajadores (…)

“Era lógico entonces que, al tomar la dictadura “gorila” el Gobierno, ellos maniobraran para apoderarse de esos dos estamentos tan codiciados por los comunistas del mundo. Así la universidad argentina fue intervenida por la dictadura y entregada sin más a los elementos comunistas de la Federación Universitaria de Buenos Aires, FUBA, los que formados en el comunismo y dirigidos por los jerarcas del Partido, poco tardaron en ocupar las universidades. Separaron a todos los profesores anticomunistas y los reemplazaron por comunistas o comunoides. Es en esa oportunidad que llega a ser rector de la Universidad de Buenos Aires (la más importante del país) el doctor Sayazo, activo militante comunista, del gremio de los médicos”.


CONOCIENDO A UN PERSONERO DE LA EDUCACION SUBVERTIDA

El 4 de abril de 2009, el suplemento “ADN Cultura” del periódico pro-británico y liberal-conservador La Nación, suscribió una nota reivindicativa de uno de aquellos profesores y decanos que, merced a militares de cuño liberal, infectaron las casas de altos estudios argentinas con prédica y doctrina marxista-socialista: hablamos de JOSE LUIS ROMERO (1909-1977).

Veamos algunos detalles de este internacionalista infiltrado en la educación superior desde septiembre de 1955:

A) En 1945, José Luis Romero se afilió al PS (Partido Socialista).

B) Durante los dos gobiernos peronistas (1946-1955), José Luis Romero fue separado de todo cargo educativo que tenía anteriormente. Fue recibido en Montevideo, Uruguay, donde ejerció como profesor en la Universidad de la República. Al promediar el año 1953, el gobierno argentino le prohibió seguir viajando al Uruguay, metiéndose a trabajar como editorialista del periódico La Nación.

C) Tras el golpe de Estado del 16 de septiembre de 1955 contra el teniente general Juan Perón, “a propuesta de los estudiantes, [Romero] fue designado rector interventor de la Universidad de Buenos Aires. Fueron unos pocos meses. Le bastaron para desplazar a los sectores católicos tradicionales que la habían dominado durante el peronismo y para echar las bases de la más brillante etapa (!!) de la Universidad de Buenos Aires”. (*)

D) En 1956, y también a pedido de los estudiantes, José Luis Romero intentó infiltrar a los miembros dispersos del peronismo prohibido, pues “se proponía ofrecer desde el socialismo una alternativa para los trabajadores peronistas”.

E) 1958. Romero introduce nuevas formas de leer y pensar la historia. No toma corrientes argentinas sino francesas y marxistas, acompañadas por hipótesis surgidas del desarrollo económico (materialismo histórico). El marco institucional de este cambio se hace a partir de la creación, ese mismo año, del Centro de Historia Social que funcionaría dentro de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA.

F) Hacia 1962, ya encaramado definitivamente en la estructura universitaria del país, Romero fue designado Decano de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, creando las carreras de Psicología y Sociología. Para 1965, renuncia al decanato debido al clima radicalizado que se avecinaba, clima propiciado y fomentado, casi con seguridad, por rectores y profesores como el propio José Luis Romero.

E) Casi a finales de la década de 1960, Romero hasta se dio el gusto de ir a estudiar a una universidad que, con el devenir de los años, prepararía a los más perversos economistas de la tecnocracia ultraliberal que aniquilaron a la patria: Harvard. Dice la revista cultural de La Nación: “Con una beca Guggenheim, pasó casi un año en la Widener Library de Harvard”.

Nada más que agregar.


(*) Todos los entrecomillados (citas) corresponden a la nota de la revista "ADN Cultura" de La Nación sugerido para la elaboración de esta nota.



Prensa y Difusión Agrupación Universitaria “Juan Perón”
ORGANIZACIÓN RESISTENCIA PERONISTA